Las calderas requieren de un mantenimiento continuado para garantizarnos que estarán en las mejores condiciones cuando tengamos que usarlas. Nosotros mismos podemos seguir un mantenimiento diario con las labores básicas.
Sin embargo, si algo no va bien no podemos dudar: deberíamos ponernos en contacto con un buen servicio técnico Urueña (en el caso de que vivamos en Bilbao).
En las siguientes líneas vamos a ver algunos consejos con el que evitaremos que se nos estropee la caldera.
Tips clave para evitar que nuestra caldera se estropee
Mantenimiento no solo en verano
Un error muy habitual que todos cometemos es acordarnos tan solo de la caldera cuando llega el invierno y empiezan a descender las temperaturas. El problema de no utilizarlas en primavera y verano es que irán acumulando polvo, y esto terminará por producir un atasco.
Por ello, conviene hacer una revisión continuada sobre el estado de la caldera.
Lo más recomendable es que esta revisión la haga una empresa experta en la materia: así podrá detectar si hay alguna fuga de agua, si la válvula de seguridad está rota, o cualquier otro tipo de anomalía.
Es cierto que este mantenimiento entraña un determinado gasto, pero saldrá rentable en comparación con lo que puedes gastar si se produjese una avería.
Revisión de la salida de humos
Uno de los problemas más graves que se pueden producir en la caldera es la obstrucción de la salida de humos. Si el humo no consigue salir, este invadirá peligrosamente la casa, pudiendo llegar a intoxicarnos con monóxido de carbono.
La forma en la que nos daremos cuenta de que existe este problema es un sistema que integran las calderas modernas, que bloquean el encendido del mismo si la salida de humos no funciona adecuadamente.
Si esto ocurre, llama al técnico de inmediato.
Apagados repentinos
No importa que se trate de una caldera, o de cualquier otro dispositivo: cualquier apagado repentino nos está avisando de que algo no va bien, y de que es el momento de tomar cartas en el asunto.
Si la caldera se ha apagado automáticamente, lo más probable es que la temperatura haya subido muy rápido, y que exista un problema en la bomba que impida la recirculación de los humos.
Por supuesto, este es un problema que no puede esperar: volver a encender la caldera puede resultar letal.
De nuevo, la solución es contar con la ayuda de un servicio técnico especializado.
Control de presión
Además de todo lo anterior, también tendremos que controlar la presión para evitar que se produzcan bajadas repentinas (estas harían que no tuviéramos aire caliente y/o que la calefacción no funcionase como cabría esperarse).
Habrá que seguir las instrucciones del fabricante para controlar la presión, o poner esto en manos de un profesional autorizado.
Existen otras tantas causas que pueden hacer que se rompa la caldera, pero esto 4 criterios se consideran básicos por parte de los expertos. Un buen mantenimiento puede ayudar a corregir posibles problemas futuros.