Los expertos aseguran que en estos últimos años cada vez son más las parejas las que tienen que recurrir a un vientre de alquiler con el objetivo de cumplir el sueño de su vida. Y esto puede ser por problemas de fertilidad, o bien por otro tipo de razones.
Resumen
En cualquier caso, se trata de un proceso muy complejo, que tiene muchos costes añadidos y, además, que está prohibido en la mayoría de los países.
Todo lo que tienes que saber sobre las madres de alquiler
Madre de alquiler: requisitos
Uno de los principales motivos para ser madre de alquiler es el económico. Puede ser que la mujer esté experimentando una situación económica muy complicada y necesite el dinero.
También se sabe de casos en donde algunas mujeres, con el objetivo de poder cumplir sus sueños de ser madre, deciden tener a un bebé para otra pareja sin recibir nada a cambio más que el dinero para su manutención.
Existen algunas agencias que se encargan de organizar estos procedimientos. Así, los futuros padres podrán elegir a aquella mujer que les parece la mejor candidata.
Por lo general, suelen ser mujeres que tienen entre 25-35 años, siendo la edad perfecta para formalizar el embarazo. También suelen ser sometidas a diferentes exámenes médicos para comprobar cómo es su salud.
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Además, se controla que no tomen medicamentos o drogas que pueden afectar al bebé, y que tampoco tengan enfermedades de carácter sexual. Además, en ciertas ocasiones, con el objetivo de minimizar los riesgos, se busca el perfil de una mujer que haya tenido un hijo anteriormente y que todo haya salido sin complicaciones.
¿Cuanto cuesta un vientre de alquiler?
Este tipos de gestión puede llegar a ser muy costosa, por lo que no suele ser la solución para aquellos que no pueden tener hijos, a no ser que hayamos ahorrado una gran cantidad de dinero o seamos capaces de generarlo.
Por ejemplo, sin ir más lejos, en Estados Unidos el precio puede ser muy alto. Si te estás preguntando cuánto cuesta un vientre de alquiler en Estados Unidos, debes de saber que bien podría llegar a los 100.000 €.
Sin embargo, este coste puede llegar a subir o bajar dependiendo de una serie de circunstancias:
-Si el procedimiento se lleva a cabo por una agencia, entonces esta también recibirá una cantidad de dinero de la intervención.
-Si algún tipo de complicación durante el parto o el embarazo, también podría llegar a incrementar el coste.
-Si la pareja que se va a convertir a los padres aportaran ellos el material genético, o bien se van a decidir hacerlo mediante el recurso de los donantes.
Sin embargo, también existen algunos países en donde se pueden conseguir madres de alquiler por precios que no llegan ni a la mitad. Por ejemplo, muchas personas se preguntan ¿cuánto cuesta un vientre de alquiler en la india?, suele tener un precio de unos 20.000 € y la madre únicamente recibe un tercio de esta cantidad, siendo el resto para los intermediarios que se han encargado de hacer posible el trato.
Además, también habrá que evaluar algunas consideraciones como si el lugar en donde se va a llevar el parto es adecuado para la madre y el bebé, así como que se puede hacer en las máximas condiciones de seguridad.
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Vientre de alquiler en España
En España está prohibido alquilar un vientre, pero sí que hay algunas excepciones a esta norma. Por ejemplo, existe un pequeño hueco en la ley que permite registrar a bebés que han nacido en otros países en un consulado y siempre con ciertos requisitos. No es que sea fácil, pero tampoco es imposible.
Una sentencia que sentó precedente fue el registro de unos gemelos que nacerían en el año 2009 en Estados Unidos como fruto de una mujer española. Una jueza de Madrid autorizó el registro.
Existen algunas lagunas importantes en nuestro país están relacionadas con el vientre de alquiler: El procedimiento más habitual es presentar al niño en el registro local y después el padre tendrá que asistir al Consulado español donde presentará todos los papeles pertinentes. Además, también tendrán que aportar la resolución sobre procedimiento que haya determinado un tribunal (este es un trámite extra que se implantó a partir del año 2010).
Para poder llevar a cabo este procedimiento, uno de los padres tiene que ser español y en ningún caso se tiene que vulnerar el derecho de menor poder conocer a sus progenitores biológicos.
En definitiva, aunque el vientre de alquiler no se permite en España, sí que hay una cierta tolerancia.